martes, 4 de septiembre de 2012

"La química del amor"

La sexualidad es una dimensión de la persona que acompaña al ser humano desde su nacimiento hasta su muerte y que se vive y manifiesta en cada momento de su vida de un modo diferente. 
Hasta hace unos años,  la relación entre el sexo y la mortalidad se
había estudiado muy poco, lo que motivó a un grupo de médicos, encabezados por el doctor George Davey-Smith de la Universidad de Bristol, a abordar el tema. Tras un minucioso estudio pudieron afirmar que la probabilidad de morir era un 50% menor entre los hombres que mantenían relaciones sexuales dos veces a la semana, en comparación con los que lo hacían una vez al mes.

Actualmente, un Curso de Posgrado que se dicta en Harvard University sobre LifeStyle Medicine ha llegado a una importante conclusión: Hacer el amor al menos tres veces por semana extendería la expectativa de vida unos diez años.

Y es que todos conocemos una serie de beneficios emanados de una buena vida sexual, pero de lo que no somos conscientes es que además del placer y de sus naturales connotaciones eróticas, la excitación sexual y el orgasmo mejoran la capacidad respiratoria, benefician el sistema cardiovascular, contrarrestan la depresión y la ansiedad, ayudan a aliviar dolores, proporcionan flexibilidad, fuerza y tono muscular, disminuiyen los síntomas asociados a la menstruación, la artritis y la osteoporosis y, por si fuera poco, logran significativos beneficios psíquicos.

- ¿Cuál es la explicación científica?

Todo se logra gracias a que, en el acto sexual, son liberadas una serie de sustancias bioquímicas que favorecen las posibilidades de lograr una vida más larga y saludable.
A medida que aumenta la excitación, el organismo secreta endorfina (es un neurotransmisor con propiedades sedantes y analgésicas, que pueden elevar el lumbral de dolor, combatir el estrés y aliviar ciertas dolencias crónicas como la lumbalgia. También se segregan a través de la risa y el deporte) que alcanza su máxima expresión durante el orgasmo.

Durante esta fase, la mujer libera oxitocina, la sustancia responsable de las contracciones uterinas,
 además ayuda a reducir el estrés ya que estimula la sensación de calidez y relajación.
También se descubrió la liberación (tanto en hombres como en mujeres) de serotonina, dopamina y siete neurotransmisores más que generan una “renovación hormonal en cascada” y provocan en nuestro organismo una serie de reacciones de reparación celular revitalizantes. Devuelven la paz al cuerpo y tienen una función reguladora del sueño.

- ¿Estamos ante la clave de la eterna juventud?

El equipo de investigación liderado por el profesor Manuel Castillo, catedrático de la Universidad de Granada, señala que:

"el ejercicio sexual es el tipo de actividad fisiológica que más influye positivamente en el ánimo y en el bienestar de la persona". Por lo tanto, "quienes tienen una actividad sexual satisfactoria cuentan con una mayor esperanza de vida”. 

Así como una buena sexualidad repercute en nuestra salud, personalidad y relaciones con los demás; el tener una sexualidad conflictiva o enfermiza va a repercutir negativamente en nuestra vida. Estamos ante "La Química Del Amor”, una poción mágica al alcance de todos. Que cada uno le eche sus ingredientes y viva su sexualidad al máximo, su cuerpo se lo agradecerá.

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